Quizás Roy tenía
razón y nunca nos quisimos.
Quizás me vi en
tu interior, tras la pantalla,
Y tú en mí un
porvenir sin fantasmas.
Quizás los sabios
tengan razón y nunca nos quisimos de veras
Tras los te amo enjugados por las lágrimas. Los ojalá, los sí quiero.
Sí, me quiero a
mí sin espectros
Sí, me quiero a
mi porque hay alguien a quién salvar.
Quizás sólo fue
así, quizás sólo estábamos confusos mirándonos a los ojos.
Quizás con los
ojos vendados nos brindamos otra oportunidad
en la que ya no
creíamos de nuevo, fuera del nosotros.
A recomenzar bajo
una mirada que nos contemple sin esfuerzo,
Sin querernos
cambiar, que mire nuestros muertos y los abrace
Y luego les
pregunte cómo están, sin importar cuál sea la respuesta.
Porque el alma
venidera te amará igual y sin complejos
Por quién eres de
verdad, no por sus contornos bellos
Proyectados en tu
espejo.