Sucumbir

Por mucho que toque el cielo
puede parecerse al frío infierno.
Tú no estás.
Me arde el deseo.
Tú no estás.
Y, aunque no te eche de menos,
puede que recuerde como te quería aquí,
conmigo,
puede que te recuerde demasiado bien
en el pasajero presente.
Y no, no sucumbiré,
pero no sabes cuanto duele un todavía
aún tener la fuerza y la valentía
de ni plantearte ceder
a los deseos de postrarse
a los antojos de nuestra oscura naturaleza.

Hijo de la sombra

Hijo de la sombra, 
aquello que la gran madre
vela es el amor 
que te di 
y que los antepasados
sin consuelo
no fueron capaces
de dejar ir.  

Miseria

Mírate la miseria 
sin miedo. Es duro
chocar contra un muro
de piedra lleno de aristas.
Oh, resulta que soy
                               un egoísta
                               un egocéntrico
                               un envidioso y avaro
Mucho menos perfecto 
de lo que pensaba,
pero eso no es motivo 
para preocuparse:
no hay luz 
sin un primer paso.   

Camisa azul

Tu camisa azul
es camisa de once varas.
Miro tu camisa azul 
mientras charlas
y creo que, alguna vez, 
he podido probármela
con la mirada. 

Miro tu camisa azul,
mi camisa de once varas
y me imagino desde el secreto
cómo te vestirás mañana. 

Natación

Alárgame la mano.
Puedo notar su calor
y el amor flotando
por sus yemas
como la seda.

Ofréceme tu dolor
si lo deseas,
llevándolo hasta el umbral
de la melancolía.
Báñalo en agua y sal
y, si te apetece,
déjame zambullirme
en ella.

Después de vivir en desiertos,
He reaprendido a nadar
en aguas turbulentas.

Skizoo

Mente skizoo

el ejemplar representante de la cultura 

más sana y polimedicada,

falsamente asegurada con químicos

de eficacia probada

para arrancar de tu mente

una locura que percibes como desmesurada.

Mente supra-mente

Mente sobre-estimulada

durmiente,

mente inconsciente que trabaja a dos mil por hora

o a ralentí, 

mientras te hacen creer que una pastilla 

resolverá tu esquizofrenia.

Alma skizoo

zoo de mundo civilizado

en la que sus dictámenes

constituyen tu propia jaula.  

Ver

Me asusta la luz
si ese es el momento
que me vas a ver
sin fisuras.

Con amor

Adiós mamá,

Hasta siempre,

Que cumplas en paz

Tu mayor deseo.

Que yo pueda descansar

Y tomar el camino de la vida

Más allá de la muerte

Y del esperar,

Esperarte para siempre.

En cierto modo, siempre tuya

En cada gesto,

Cada novio,

Cada palabra de amor entredicha

Y las de odio y de rencor que me callé.

Siempre tuya,

Siempre mía,

Pero ahora más,

Ahora más mía

Que te libero

De ser mi ejemplo

Y mi marca de salvación.

Con amor.

Zona de des-confort

Salir de la zona de confort
Y olvidarme de todo.
Volver me recuerda que,
alguna vez,
te eché de menos.

Eso, confort, no es,
es el vacío 
de la marca del sofá
cuando se llena.

Un año mas

Un cumpleaños más y todo

sigue dónde lo había dejado:

el éxito en la colina

y el fracaso acechando

tras la línea de salida.

Las expectativas se cruzan

con el miedo de caer 

de bruces y ser vista.

Sin embargo, un año 

más vieja, 

la esperanza sigue

llamando a mi puerta. 

Confusiones

Pensaba que quería confesarte
un galimatías de sentimientos
y sentidos reproches,
pero en un ataque fulgurante
de lucidez vislumbré que lo
único que pretendía era perdonarme
a través de ti.

Y ahí estamos, en la vía
del no te olvides de seguir
y descargar las losas
bajo la sombra divina
de los árboles.

Verde

Hay cosas con las que no aprendo.
Si fuera una fruta
me habría quedado en verde,
esperando alguna señal de maduración.
Espero poder crecer
antes de caer del árbol.

Amén.

Carnaval

La gente veces puede dar miedo

más que por ellos, por su juicio cruel

y por eso nos disfrazamos,

para desviar la atención 

hacia lo que no es

y que, las ilusiones, fijen al gran ojo

a la superficie, que no le insten

a buscar más allá del vistoso tul,

el papel cartón, o el porexpán 

pintado de rojo. 

Regalo de inocencia

El amor de juventud fue
el más puro y salvaje.
Este es mi mayor regalo para ti
y siempre lo fue,
porque probado queda
que te amé más 
que a cualquiera que se restregó
en mis sábanas hambrientas 
de aventuras. 

Y cuando me pregunten
con quién fue mi primera vez,
te rescataré de entre la bruma
y les contaré la historia que no fue
pero retuvo la inocencia
de nuestras almas 
que se negó a volver.  

Miedo a amar

A veces se me hace duro amar

y más si es auténtico.

Sabes que las personas que estarán

para siempre sabrán la verdad

más palpable de todas: quién eres tú

y quizás, te conozcan mejor que tú mismo. 

Da miedo. Da mucho miedo amar.

Es un deporte de riesgo para el que

es difícil estar preparado.

Tenemos pareja para no estar solos

para fardar de poder

dinero

o belleza

da igual para qué,

el otro se convierte en objeto.

De da miedo mostrarme, a veces.

Me da miedo enseñar y que me veas,

pero no hay otra manera mejor 

de convivencia ni otro tipo

de amor más genuino.

El que más asusta.

El que es de verdad. 

Pornografía cotidiana

Colgar fotos de mi vida privada
en instagran es la pornografía cotidiana
del cotilla que le interesa espiar
y creer que hay algo mejor
que su existencia insignificante.

Nuestros egos desean que los vigilen
y ser tan populares como una influencer. 

Tu verdadero enemigo

No temas a tu peor enemigo
por tenerte por su rival más digno
y atacarte con la fuerza que piensa
que se ajusta a tu altura. 

Cuídate del mediocre y miserable
que se hace la mosquita muerta 
y te menosprecia. Cuando pueda,
te clavará por la espalda su puñal
en el área que no llegues 
a desinfectártelo. 

Su norma es el sufrimiento
y la traición de los pactos entre caballeros
para enterrar tu valía y que su chispilla
crepite sin esforzarse a hacerse 
un lugar entre los grandes. 

Libreta de recuerdos

Hay una libreta con mi nombre 

caligrafiado en ella. No sé

lo que hay transcrito,

pero huele a recuerdo agreste, 

húmedo y caliente 

como el ambiente 

cargado que hay 

después de follar toda la noche

con la persona que más quieres. 

Gran Fin

El gran fin vendrá 
disfrazado de muerte
porque es como lo conoces. 
Te abrazará, 
y ahí comprenderás
que la vida es lo que iba detrás
 de la supervivencia.  

Canción de fuerza del plebeyo

Tú también puedes.
Sí, tú también,
el que caes hoy,
ayer y mañana,
pero el que sobretodo
se levanta.
Sobretodo te levantas
y vas
y vas
y vas
con tu lucero vas
y aun cubierto de lodo
hasta las trancas, afirmo que eres capaz
de vociferar a los reyes 
cubiertos de preciosos metales
que no eres lo que aparentas ser,
porque la suciedad y el polvo
demuestran que a pesar de todo
tienes el poder de llegar
y encararte frente a frente
sabiendo que puedes 
perder ante su yugo 
resistente bajo mérito
de nacimiento.

Desempleos

Me llaman la muda,
la insensible
y la torpe para los
hombres de pies planos
y con el corazón encadenado.

Me llaman la bruja,
la ciega y la sorda
por desobedecer y mirar
impasible tus ojos negros
intentando hablarme,
una y otra vez,
de moralejas y dolor
y expectativas rajadas.

Y yo, ahora te diré,
que soy aquella
que le llora al alba
y se mece en la melancolía
del sol sobre las calles vacías
mientras la gente trabaja.

Malos actores

Cuando escribes porque desfalleces
demuestras muy poca originalidad.
Puedes alardear de bueno e incluso
hincharte el ego con un soufflé de
elogios huecos por dentro.

Manjares de pocas calorías
que alimentan muy poco
como este poema-despropósito.

Prométeme que si me ves
vas a fingir mal que no lo has leído
para que falsamente me percate
que mis textos interesan a alguien.

Tu mala-buena actuación
es la mancha de aire que aspiro
cuando el aliento me pone los cuernos
con el desespero.

Vuelta a empezar

La vuelta a empezar aguarda
bajo la manta de la lucha.
Los caballeros del mal
se confabulan urdiendo danzas 
con fantasmas de plata. 

No desfallezcas ni hurgues
en los despojos de la desgracia,
pues esperan el momento
de darte una patada.

Sigue erguido,
tu determinación les ataca.