dijous, 25 d’agost del 2016

Fantasmas

Canta canta dulce nana,
De noche los espectros visitan tu cama.

Los rugidos de los fantasmas te llaman,
Te gritan en la cara. Te susurran tocándote
Con su aliento espectral. Incluso te arrastran
Por las piernas hasta su morada.

Nana nana, dame calma,
En la oscuridad los fantasmas te reclaman.

No temas,
Grítame hasta la extenuación.
 Duda cuanto quieras,
Pero grita, grítame,
Balbucea más allá de las palabras que no entienda.

Canta canta, esa nana,
Los fantasmas se posan sobre mis sábanas.

Ellos me agrietan,
Me penetran con su estela
Y me amenazan con comerse
Mi alegría de la existencia.

Nana nana, sobran pausas,
Oigo como conspiran para poseer tu alma.

Respiro vuestro sudor y lágrimas,
Exhalo vuestros aullidos de traumas,
Me desgarro de agotamiento por las
Heridas de vuestras balas.

Duerme duerme mi pequeño,
Voy abajo a ver qué pasa.

Quién baja a los infiernos
del desasosiego se contagia.
No hay piel lisa y blanca cuando luchas
Contra muerte y desesperanza.

Sana sana, la nana calma,
Ya sale el sol, los fantasmas se marchan.

El amor universal es el que nos salva
Y por el que nos arriesgamos a
Visitar inquietantes grutas encantadas.
¿Me habré vuelto valiente?
Voy a irte a buscar. Sé paciente.  

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