Calla, no mires,
Dame la mano,
Estira bien
fuerte,
Estate siempre a
mi lado.
Torturas.
Malvadas.
Maldicen las
patrañas
Y esas malas
decisiones
Fruto de entrañas
envenenadas.
Quisiera, eterna,
Pasar cada día
En tu compañía
Viviendo la vida
Que me colma de
energía
Y me da alegría.
Cuantas mentiras.
Nos prometieron
la gloria,
Nos aseguraron
que amas
Cuando acompañas
a toda
Costa contra viento
y marea.
Nos equivocamos
Al fanfarronear, queriendo
dar
Lo que no nos pertenece
Aspirando iluminar
a otros
Creyéndonos dioses.
Qué desfachatez,
Qué poca humildad
en nuestras
intenciones.
Puede que seamos
mejores
Liberando al otro
de nuestro
Yugo y que pueda
elegir
Sin presiones.
Cásame con tu
huida,
Encadéname con tu
renuncia,
Que pueda avanzar
en
dirección opuesta
y aunque, por
ahora, herida
por tu vacío,
tenga la
posibilidad de ser feliz.
Dentro de la tragedia parece una petición razonable.
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