Elga es una mujer
Presa de la vida
ajena.
Trabaja, come,
Trabaja,
Lamenta los
supuestos michelines
Y no cuidarse más,
Descansa, cena,
Duerme.
Dice que la
felicidad
Son los minutos
entre tareas
Y lapsos de
tiempo
entre
obligaciones.
También los segundos
de paz
En los que no
finge ser alguien:
Un poco de
reposo,
Un poco menos de
nadie,
Un poco más de
ella misma.
-Nada sin
importancia- dice ella,
Solamente colgar
la armadura
En el armario de
la entrada
Y vagar ligero
por tus cuatro
paredes
bien seguras y
secretas.
Y luego, meterte
en la cama
para mañana obedecer
con fuerza
los mandatos de
las masas
dentro de tu
cabeza.
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